Fulminado por Jesús

in English

Brian Castro describe haber sido "fulminado" por Jesús en la Eucaristía durante un retiro, y fue este un momento que lo impulsó profundamente en la fe católica.

Brian, quien es más sabio de lo que uno esperaría a sus 19 años, siente que la Iglesia le llama constantemente, especialmente como líder de jóvenes para el programa de Confirmación de Adolescentes en St Michael’s.

Aquí está su historia sagrada:

Hola Brian. Gracias por compartir tu historia. Cuéntanos un poco cómo empezaste.

Tengo 19 años y recién comencé mi primer año en Las Positas College, después de un "año de pausa" forzado por la pandemia. Recibí una beca completa para estudiar en Alemania por un año, pero luego se canceló. Soy católico de cuna, aunque cuando era niño no siempre lo entendí; al igual que muchos otros niños, yo realmente no le daba mucha importancia a la iglesia o a la fe.  Pero, al crecer en un hogar mexicano tienes que ir a la misa en español. En realidad, yo no entendía bien el idioma lo que hacía más difícil saber qué era lo estaba pasando.  De igual manera y por mucho tiempo, tampoco creía realmente en Dios y no tenía fe. Si alguien me hubiera preguntado en ese entonces cual era mi religión, habría contestado que era budista.

¿Cuál fue el atractivo del budismo?

Bueno, yo soy un gran nerd en lo que se refiere a la historia y cuando siento curiosidad por algo siempre profundizo en el tema.  Y por mucho tiempo así lo hice con sucesos históricos y realmente eso del tema de Dios simplemente no encajaba bien conmigo. Durante aproximadamente un año y medio investigué diferentes religiones y el budismo, que más bien es un estilo de vida que una religión, fue algo más fácil de aceptar: el desarrollo de uno mismo, el enfoque y la compasión. Pero mis padres me exigían ir a las clases de Confirmación y durante el retiro de preparación de la Confirmación experimenté algo que me hizo decir, “Dios mío, sí puedo seguirte porque me gusta escuchar tu mensaje y puedo sentirte en mi alma".

¿Qué fue lo que experimentaste?

Fue durante el último día del retiro cuando llegó el momento de alabanza y adoración al Santísimo Sacramento. Había música y todos estábamos allí, yo estaba mirando la Custodia con la Eucaristía, y de repente sentí como si estuviera viendo a dos personas caminando dentro de la Hostia y también tuve una visión de fuego que se elevaba a su alrededor. Me sobresalté y pensé: "¿Qué está pasando aquí?" Lo que creo es que la mezcla de la música y la comunidad, es lo que me permitió experimentar la presencia de Jesús.

¡Y en ese momento, empecé a llorar inconsolablemente! Definitivamente fue abrumador, pero en el buen sentido, hasta el punto que todos en el retiro nos abrazamos. Me sentí fulminado por Jesús, si es que eso tiene sentido.

¡Guau, es increíble! ¿Y tu fe siguió creciendo después de la experiencia del retiro?

Si!  En un 100%. Pre-pandemia, siempre solía ir a misa a las 6:45 am durante la semana antes de la escuela; luego pasaba parte de mi período de almuerzo en la Capilla de la Adoración y, a veces, también después de la escuela. Acababa de conocer a varios amigos y estábamos ayudando con el ministerio de jóvenes y la confirmación de adolescentes; todos queríamos profundizar más en la fe porque seguíamos sintiendo que hay algo (¿alguien?) llamándonos a hacer más. En ese entonces, tenía un pequeño grupo de amigos católicos activos; hicimos un montón de cosas relacionadas con la fe; era una pequeña comunidad cristiana genial de unas 15 personas.

Y luego llegó COVID. Todo se detuvo y ya no nos estábamos reuniendo. Los eventos de la Iglesia se detuvieron y al comienzo de la pandemia no había misa en persona; no estaba orando tanto, y realmente no tenía la motivación para ver la transmisión en vivo de la misa. Lo que quiero decir es que es una prueba de que, a pesar de haber tenido momentos transcendentales, es fácil desviarse si no te esfuerzas.

¿Pero te sientes más encaminado ahora?

Sí, creo que sí, por lo menos en estos últimos meses mientras las cosas vuelven a la normalidad.  Es como un renacimiento, poco a poco, que empezó a regresar cuando la Iglesia volvió a abrir sus puertas. El volver a recibir la Eucaristía después de tanto tiempo fue definitivamente un momento muy emotivo. No puedo expresar con palabras lo que se siente sin tener esa cercanía a Jesús; es una de esas cosas que no puedo explicar bien, especialmente a las personas que no son católicos, incluso hasta a mis padres o hermanos. Me imagino que ellos no comparten el mismo sentimiento; es algo muy extraño y diferente de lo que ellos creen o experimentan.

Muchas personas de tu edad no recuperan la fe. ¿Cómo lo hiciste?

Es verdad, yo creo que seguí sintiendo el llamado de regreso a Jesús. No es que siempre sienta la misma emoción que sentí en ese momento crucial del retiro, pero siempre hay algo que me sigue por detrás indicándome que tengo que hacer algo en la iglesia.  No sé lo que es, pero siempre tengo esa sensación.  Por eso, hay ocasiones en las que me obligo a volver a misa, incluso cuando no me apetece. ¿Sabes? Yo voy a misa, incluso cuando emocionalmente no sienta el deseo de ir.

¿Y, la iglesia de St. Michael’s te sirve de ancla?

Oh sí, por supuesto. Incluso actualmente, cuando me siento mal me dirijo a la Iglesia y me quedo allí como por una hora, camino por el campus para pasar el rato y rezar junto a las diferentes estatuas o sentarme en la Capilla de la Adoración. Es un lugar para recargar mis baterías, ¿sabes? Siento una sensación de calma cuando paso mi tiempo con el Señor sin el teléfono o el internet, sin nada. Me gusta estar presente allí y disfrutar del silencio.

¿Y todavía estás involucrado en el ministerio de adolescentes?

Sí, este será mi tercer año porque comencé cuando tenía 16 años. Inmediatamente después de mi confirmación me uní al ministerio.  Lo mejor de todo es ver el impacto de mi presencia en el grupo, creo que ayuda mucho el tener casi la misma edad de ellos; me identifico bien con sus luchas.  Recuerdo haber sido voluntario en un retiro para adolescentes, y en el último día hicimos este "círculo de afirmaciones" en el que básicamente dijimos algo positivo el uno del otro. Casi todas las personas de mi grupo hicieron comentarios como: "Si no fuera por ti, Brian, no habría sacado mucho provecho de este retiro". Esto me sorprendió mucho y todavía me siento un poco avergonzado y lleno de humildad por ello. Realmente nunca había pensado en el impacto que mi presencia pudiera tener en otras personas.  Y ahora, al verlos en misa me pongo a pensar, “¡guau! Es algo increíble lo que sucede cuando te asocias con Dios para alcanzar a alguien, “¿sabes?

¿Cómo crees que lograste alcanzar a estos adolescentes?

Creo que se trata mucho de dejar que las cosas fluyan normalmente, tratar de interactuar con todos en su propio nivel. Llevar la conversación a un nivel más personal, y no sólo hablar de la fe. Me gusta construir una comunidad donde todos puedan sentirse cómodos. Y eso solo se consigue hablando, ¿sabes? A veces, el solo preguntarle a alguien: "¿Cómo te sientes hoy?" puede ser enorme. Creo que a algunas personas mayores se les olvidan cómo hablar con otras personas, cómo mirarlas directamente a los ojos y realmente verlas.  Yo creo que, en el fondo, todos anhelamos la comunidad.

¿Crees que es más difícil para tu generación construir una comunidad?

Sí, definitivamente lo creo. Ahora todo es muy rápido, todo tiene que ser instantáneo, y desplazarse una y otra vez a la siguiente imagen o al siguiente video; es como si ya nadie pudiera quedarse en un solo lugar. Pero, para tener conexiones más profundas, internamente, con los demás y con Jesús, es necesario detenerse por un tiempo. Tienes que reducir la velocidad. Sé por experiencia que crezco más cuando estoy en un entorno tranquilo o remoto.

Brian, ¡eres realmente más sabio de lo que corresponde a tu edad!  ¡Gracias por compartir!

Oh gracias. ¡Me siento muy agradecido de ser parte de esta comunidad!